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Tuesday, December 20, 2005

Las dos caras del mismo “Aprismo”:
Alan García y Jorge del Castillo


Alan García ha dicho que si no gana en estas elecciones ya no postulará más a la presidencia de la república. Para los apristas que todavía creen en él y piensan que es diferente a Jorge del Castillo (dicen, porque uno es de “izquierda” y el otro de “derecha”), las declaraciones del “candidato natural” del Aprismo Light suenan contranatura. Y para las huestes oportunistas y asalariadas de Jorge del Castillo, lo manifestado por el compañero-presidente, creen, les abre las puertas a una futura candidatura presidencial de su líder máximo y exponente inigualable de la “renovación” aprista fundada en los genes de familia.

Pero veamos si esto es cierto, es decir que García no se parece a del Castillo y viceversa. Ayer en el programa “Ampliación de Noticias” de RPP García ha dicho nuevamente y por enésima vez que el problema de la gobernabilidad y la representación política en el país se resuelve restando los sueldos de los parlamentarios, ministros y de todo personaje político que medra de las arcas del estado. Y también reiteró, el compañero-presidente, la propuesta simplona aquella de mandar a todos los congresistas al seguro social para que sean atendidos como cualquier hijo de vecino. Es decir, para el “candidato natural”, ya no sabemos de qué Aprismo, el problema de la democracia en el Perú es cuestión de números y no de calidad de democracia y la medida inmediata, y efectista, para regenerar a la clase política es enviarla a morir poco a poco, como otros peruanos, al Seguro Social.

Un día antes, es decir el domingo17, se presentó Jorge del Castillo en la misma estación radial y dijo que las elecciones internas del partido habían sido todo un “éxito” por varias razones y, acto seguido, como no podía ser de otra forma, las enumeró: Por el número de candidatos “dinosaurio” que se presentaron y repitieron el plato para ser representantes del partido en las listas al congreso”; por el número de votantes que en “camionada” fueron contratados, perdón “trasladados” a los locales del partido para votar “democráticamente” por sus candidatos; por el número de años que el partido tiene en la arena política saltándose a la garrocha los estatutos de esa institución política en cada elección interna; por el número de familiares que gozan del beneficio de estar directa o políticamente emparentados con él y que “ganan” con total independencia cualquier elección del partido a la que se presentan; y por el número millonario de denuncias, impugnaciones, patadas y combos del número enorme de indignados compañeros que fueron excluídos de los primeros puestos de esa “fiesta electoral” por el número de billetes que repartieron a diestra y siniestra algunos reincidentes al congreso de la república.

De otro lado, García dijo que él sí promovía la renovación del aprismo y citó el número de instituciones partidarias que bajo su único nombre (“Jóvenes con Alan”, “Renovadores Estratégicos contra el Jorgismo y por ello con Alan”, “Angeles y Arcángeles con Alan” y “Cualquier cosa, pero eso sí, con Alan”) y su liderazgo ampliamente “democrático”, “plural” e “inmaculado”, vienen produciendo un “sin número” de nuevas caras en el APRA, tan nuevas que nadie las conoce al interior del Partido del Pueblo. Por su lado Jorge del Castillo no se quedó atrás y mencionó la llegada de nuevos líderes de la renovación a los puestos de vanguardia del APRA, entre “ellos”, y fue la única que mencionó, nada más y nada menos que su hija política. García no ha querido ser menos (no faltaba más y, como ven, todo es cuestión de adicionar o restar en este novísimo y modernizado “Aprismo”) y ha permitido que su hermano sea candidato en las elecciones internas (“¿Por qué no?” -dijo un satisfecho Jorge del Castillo-, “si el Aprismo tiene una tradición de generaciones de familias que “promocionan” sus canteras”).

Que no nos extrañe, pues, que en esa lógica de “aritmetirocracia” que caracteriza al Aprismo Light, tengamos la “suerte” incalculable de contar en nuestra lista de candidatos con un sin número de congresistas con muchos años en la escena política nacional. Por ejemplo, al congresista César Zumaeta, 25 años en el congreso y cero leyes, quien hace poco dijo en rueda de prensa que él no es el único que bebe de las arcas del estado sino que existen otros que se sumaron, en su momento, pero suma al fin, a su grupo privilegiado de políticos con un sin número de dolares en el bolsillo.

Y así, ni García está a la izquierda de Jorge del Castillo ni Jorge a la derecha de Alan. Los dos están sumando esfuerzos para mantener la misma chacra que se dividen ariméticamente para adicionar más años a sus carreras políticas. Lo malo para ellos es que cada vez en el Perú son menos los que les creen y son más los que piensan que ellos dos son la misma cosa. Y por ello sus respectivas campañas electorales ya dejaron de ser campañas para llevar a la presidencia o al congreso de la república a un candidato de cualquier Aprismo, menos del Aprismo de Haya de la Torre, sino que se han convertido en campañas personales de sobrevivencia política, visto el fenómeno “ no calculado” de Ollanta Humala. El primero reza por llegar aunque sea segundo (ya va cuarto y descendiendo) y continuar siendo el “candidato natural” del Aprismo Light. El segundo alucina ganarle en votos a la Cabanillas y a Mulder para continuar reinando en la chacrita en que ha convertido al partido de Haya.

En suma, esas son las dos tristes opciones que tenemos los apristas para este 9 de abril, ni más ni menos la misma cosa que defiende cualquier “Aprismo”, menos el Aprismo de Víctor Raúl Haya de la Torre. Por ello, y si los cálculos electorales son confirmados por el voto popular, al día siguiente de las elecciones, es decir el 10 de abril, será el día de la resta más que de la suma en el partido de Alfonso Ugarte, porque rodarán muchas, muchísimas cabezas. Serán tantas que por su número (¿otra vez?) hará tarea imposible contarlas. La diferencia será que de esa resta, necesaria y urgente, emergerá un Aprismo cualitativamente diferente.

Boston, 20 de diciembre del 2005
marcoludmila@msn.com