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Saturday, July 30, 2005

II Encuentro Regional de Huacho:
Un hito en la lucha por la recuperación
del Partido del Pueblo

por Marco Antonio Flores Villanueva,
desde Boston, USA

Con gran éxito se llevó a cabo la jornada de dos días organizada por Pueblo Continente y que tuvo como escenario la histórica ciudad de Huacho. Militantes de todos los rincones del país se dieron cita en ese encuentro para testimoniar su homenaje a los mártires de la Revolución de Trujillo, quienes escribieron con sangre una página de honor y gloria en la historia política del Perú.

Y ha sido esta jornada maravillosa y pletórica de espiritualidad la que ha dado inicio organizado a la lucha por la recuperación moral e ideológica del partido de Haya de la Torre, inaugurándose esta gesta formidable, necesaria y urgente, con la evocación de un episodio revolucionario que ha de significar en cada corazón aprista y en cada corazón peruano la fuerza inspirativa, el élan vital que nos lanzará a la búsqueda de la justicia social a través de una profunda transformación politica, económica y social del país y del continente indoamericano.

Y para la materialización de esta gran cruzada nacional y continental que nos hemos impuesto, se hizo pues perentorio convocar al aprismo leal a su credo libertario para recuperar el partido y enderezar su dirección política que históricamente fue, es y debe ser la alianza indisoluble con los más pobres, con los más necesitados, con las grandes mayorías del Perú en su lucha constante y permanente contra todo imperialismo.

Por ello la jornada histórica de Huacho se ha constituído en un hito para nuestros sanos y patrióticos propósitos. Por eso la jornada de Huacho, extremadamente exitosa, se ha eregido como la primera actividad orientada a restituir en el partido lo que otros han decidido disolver, por el cortoplacismo de la carrera presidencial o la permanencia sine dei en el poder del partido al que dirigen como su propio feudo.

No se ha iniciado esta jornada por el apetito voraz de ganar un espacio político en el partido y tentar una curul asalariada. No se ha dado comienzo a esta lucha organizada por la ambición banal del encumbramiento en las altas esferas de la política nacional, claudicante, corrompida y culpable. Nosotros hemos iniciado esta cruzada con la jornada apoteósica de Huacho para subvertir ese orden, para cancelarlo, para jubilarlo, para desterrarlo de la faz del partido y dar inicio a un tiempo nuevo en la política nacional de la mano de una flamante generación insurgente y verdaderamente comprometida con el dolor del pueblo peruano.

Nuestra acción beligerente pero diafana no debe llevar al temor a quienes se han declarado al interior del partido nuestros enemigos. Hemos insurgido como una generación que antepone las ideas a la diatribas, las propuestas a los denuestos, las iniciativas al ejercicio vitando de la difamación y la injuria. Esa es la acción consecuente de una generación que entiende este aspecto democrático de los partidos politicos y que nos lleva a ejercer nuestro sano derecho a disentir alturadamente y con ideas, enriqueciendo así con más propuestas y desde distintos puntos de vista las posibilidades del partido como alternativa de solución a los problemas del país.

Eso en tanto a movimiento que genera ideas de cambio y transformación y las coteja con otras que ahora dominan a las altas esferas de la dirigencia nacional del Partido Aprista. Pero en lo tocante al tema de la corrupción, con pruebas en la mano e instrumentos idóneos que convaliden fehacientemente la fuerza de cualquier interpelación a la conducta moral de los dirigentes del partido, nos declararemos enemigos implacables de los infractores a la línea ética de probidad que nos fue inculcada por Haya de la Torre con el ejemplo luminoso de su vida limpia y sin mancha.

Se ha iniciado pues un tiempo nuevo de lucha y de esperanza para los leales miltantes del Partido del Pueblo. El histórico hito dejado en Huacho ha dado comienzo a nuestra jornada, que ha de coronarse con la victoria final por la justicia de su causa que Dios defiende.

Boston, 14 de Julio del 2005

Marco Antonio Flores Villanueva
marcoludmila@msn.com